martes, 9 de febrero de 2016

Más que una sesión para el tratamiento muscular...

Una sesión de terapia manual muchas veces es el momento que tenemos para nosotros mismos, donde nos permitirnos relajar el cuerpo, desconectar de lo cotidiano y, con la ayuda de una respiración consciente, al estar en el "aquí y ahora", permitimos que el organismo logre desprenderse de la tensión física o emocional que se ha dejado guardada.
Es luego de una sesión cuando notaremos que respiramos mejor, nos sentimos ligeros, alegres, con otra disposición ante las situaciones que vivimos.


¡El tiempo de soltar la mochila!
A menudo la llevamos en los hombros repleta de emociones, miedo, descontento, situaciones que algunas veces se quedan sin resolver y se vuelven dolencias en el cuerpo físico.

A medida que incluimos en nuestra vida un espacio de relajación vamos aprendiendo que mente-cuerpo-emociones van juntas, y cómo es el reflejo de esta relación en el cuerpo. Vamos haciendo consciente la responsabilidad que tenemos de soltar la mochila y poco a poco aprendemos a respirar para soltar la tensión de forma natural.

Una sesión de terapia manual es más que una sesión para el tratamiento de la tensión muscular.

Realizada desde una visión holística es un buen acompañante en esa relación consciente con el cuerpo, y hoy día, cada vez más, nos damos cuenta de la importancia de cuidar la conexión cuerpo-mente-emoción. Y podemos llegar a reconocer lo que el cuerpo nos está diciendo y qué refleja el dolor. El cuerpo siempre nos lo dirás, y si estamos atentos, receptivos, entenderemos el mensaje.



El cuidado de cuerpo-mente-emociones implica muchas cosas, entre ellas tener tiempo para nosotros mismos, hacer actividades que nos permitan recuperar equilibrio, bienestar y salud, incluyendo una higiene en nuestros pensamientos y emociones, es decir, cuidándonos instante a instante.




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